El gobernador de Texas, Greg Abbott, dispuso la creación de «una barrera de acero» de kilómetros de largo con vehículos, tanto de la Guardia Nacional como del Departamento de Seguridad Pública de Texas, a lo largo de la frontera con México para impedir el ingreso de los casi 15 mil migrantes, en su mayoría haitianos, a Estados Unidos por el puente de Del Río.
«Cuando tienes una administración que no está haciendo cumplir la ley en este país, cuando tienes una administración que ha abandonado cualquier pretensión de asegurar la frontera y nuestra soberanía, ves la avalancha de personas, como la que vimos cruzar, que está justo detrás de mí», aseguró Abbott en una conferencia de prensa en el condado de Val Verde.
Por su parte, el líder demócrata del Senado estadounidense, Chuck Schumer, instó hoy al presidente Joe Biden a poner fin a las deportaciones masivas de migrantes haitianos, calificando esta política de actitudes «detestables y xenófobas» de la gestión del exmandatario Donald Trump.
«Insto al presidente Biden (…) a poner fin inmediatamente a estas expulsiones, y a terminar con esta política del Título 42 (restringe la inmigración debido a la pandemia de coronavirus) en nuestra frontera sur. No podemos continuar con estas políticas detestables y xenófobas de Trump que ignoran nuestras leyes de refugiados», aseveró.
En tanto, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se «horrorizó» por las imágenes que vio. «No tengo todo el contexto, no imagino en qué contexto eso sería apropiado; es horrible de ver», puntualizó.
En el mismo sentido se pronunció Brandon Judd, el presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza. «Lo se que ve debajo del puente no es humano», enfatizó.
No obstante, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, señaló que la administración «espera limpiar el campamento de migrantes debajo del puente dentro de los próximos 9 o 10 días».
«Esperamos ver resultados impactantes en las próximas 48 a 96 horas, y tendremos un sentido mucho mejor en los próximos dos días», les dijo a los senadores durante la última audiencia.
No obstante, el jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Raúl Ortíz, indicó: «El aumento de migrantes, muchos de los cuales son haitianos, fue el resultado de mensajes de boca en boca o en las redes sociales de que la frontera en Del Río estaba abierta», se lamentó.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también expresó su preocupación por las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos de parte de Estados Unidos y advirtió que personas con solicitudes de asilo serias pueden estar en riesgo.
«Estamos seriamente preocupados por el hecho de que parece que no ha habido ninguna evaluación individual en los casos (de Haití)», señaló la vocera del organismo internacional, Marta Hurtado, a los periodistas en Ginebra.
Esto indica que «quizás algunas de estas personas no han recibido la protección que necesitaban», continuó.
Asimismo, Hurtado subrayó que «todas las personas que piden asilo tienen derecho a que se consideren sus demandas».
Por último, la vocera de la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), Shabia Mantoo, precisó que solicitar asilo es un «derecho humano fundamental. Pedimos que se respete ese derecho», exigió.
La administración de Joe Biden todavía se basa en una política fronteriza de la era Trump vinculada a la pandemia de coronavirus que permite a las autoridades fronterizas expulsar rápidamente a los migrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México, algo que no solo intensificó, sino que además aumentó con muchos más vuelos de repatriación.